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pagar el placer con dolor

Pagar el placer con dolor

«…el placer se puede comprar pagando con dolor, y es cierto que yo envidio muchísimo a tanta gente que conozco cuyas vidas no son una montaña rusa, si no más bien una plácida llanura de obligaciones y contratos, de enlutadas profesiones y oficios, de previsibles alegrías domésticas, de cerraduras protegidas y rituales de domingo, de serenidad con que las hojas esperan su inevitable caída y su conversión en polvo.

Pero también sé que ellos no podrían ni imaginar algunos de los paisajes que he visto, de las caricias que he dado y recibido, de los besos que me han hecho quedarme sin respiración, y que por eso no pueden cantarlos o escribirlos. Y me pregunto, como tantas veces, si merece la pena pagar el placer con dolor, pagar la capacidad de contar tantas cosas con esta sensación de vacío que llega de pronto, si a veces no preferiría la vida estable, por aburrida que pudiera parecer a veces, y ahorrarme tantas lágrimas, tantos suspiros escuchando canciones en la oscuridad, tantas nostalgias dulcemente letales».

Del libro «Lo verdadero es un momento de lo falso», Lucía Echevarría.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Nada que envidiar a los «muertos vivientes», pues esa vida ya la conocemos en mayor o menor medida.
    Mejor ser un «Ser sintiente», donde la existencia se expresa de muy diversas formas, colores y sensaciones.
    El vacio es generado en el punto en que se nos genera el apego a estas expresiones.Un abrazo.

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